Rosa Uritz lucha sin descanso por la reapertura de la causa que permita
sacar a la luz la verdad sobre la muerte de su hijo, atropellado en León
mientras hacia el Camino.
El sábado 21 de agosto de 2004 a Rosa Uritz se le detuvo el corazón.
Desde ese día, en realidad, ya nunca más le ha vuelto a latir del mismo
modo. A las diez de la noche la vida de su hijo se detuvo para siempre.
Ocurrió en la N-601, entre las localidades de Reliegos y Mansilla de las
Mulas, muy próximo al casco urbano de esta última localidad.
En
ese punto Luis Ollo, de 24 años de edad, avanzaba en su recorrido por
el Camino de Santiago. Hasta entonces su paso por este camino estaba
salpicado de anécdotas y de vivencias que recogía en una pequeña
libreta. Su sonrisa se truncó por un golpe de mala fortuna entremezclado
con una imprudente mala señalización del trazado por el que discurría.
Luis
tomó por error un tramo del 'viejo Camino' y se adentró de lleno en la
Nacional 601. No había, según la familia y tal y como han certificado
hasta cinco testigos (entre ellos el conductor de la grúa y el pedáneo
de la localidad) señalización que alertara al ciclista del peligro de un
cruce próximo. Nada.
Fatalidad
La
fatalidad hizo que una furgoneta le atropellara de forma brutal y
arrollara durante más de 76 metros (64 de frenada mas 13 de proyección
del cuerpo, según certifica la propia Guardia Civil) a este joven
navarro. De nada sirvieron los esfuerzos de los equipos de emergencia ni
su urgente traslado al Hospital de León, donde finalmente falleció.
Tras
la muerte de su hijo, y atrapada en un inmenso dolor Rosa Uritz, vivió
una pesadilla sin límite, inimaginable. Detectó 'errores'
("falsificaciones", remarca) en las pruebas documentales del proceso,
alertó de que el escenario del accidente fue modificado 'a posteriori' y
denunció sin descanso que los dictámenes judiciales se realizaban una y
otra vez en base a unos informes que en poco o nada se correspondían
con la realidad.
Pese
a los innumerables dictámenes en su contra -todos argumentados "en la
falsedad" de los informes- esta madre no cesa en su lucha e insiste en
la necesidad de que se reabra el caso, que se pida a la fiscalía toda la
documentación para que se compruebe la manipulación que a base de años
de esfuerzo ha logrado argumentar.
"No me rindo, no lo hago. Es
por la memoria de mi hijo. No voy ni contra el conductor, ni contra
nadie, pido la verdad, pido que mi hijo pueda descansar en paz",
sentencia mientras sus ojos dejan ver una enorme emoción.
Inhumano trato
De
sus sentimientos, de su dolor, nada parecen entender quienes
administran justicia, tampoco algunos letrados y desde luego mucho menos
las aseguradoras, que en este caso han dejado ver su lado más inhumano.
A su hijo ("La única víctima que ha habido en todo esto", recuerda) le
pidieron 'daños y perjuicios' por los 'destrozos' que su cuerpo ocasionó
en la misma furgoneta que le llevó directamente hacia la muerte. Y su
familia los tuvo que pagar.
Pese a todo, rota por el dolor, Rosa
Uritz tiene un último aliento para creer en la justicia. Este viernes se
ha citado con el juez de la sección tercera de la Audicencia Provincial
de León para explicarle el caso y pedir que éste sea reabierto. En ese
empeño gasta una de sus últimas bocanadas de aire. En el siguiente paso
está casi la desesperación: "Iré a Estrasburgo, me encadenaré a un
juzgado o me quemaré a lo bonzo. Lucharé hasta el final", sentencia.
Su caso ha llegado a numerosos medios informativos del País Vasco, e
incluso ha comparecido ante el Parlamento de Navarra para explicar lo
ocurrido y mostrar lo injusto de su situación. Una comparecencia que
después ha sido llevada a los propios tribunales.
Pero las
puertas se han cerrado una y otra vez. Rosa sólo pide justicia. Lo hace
hoy, casi nueve años después de este suceso, con la misma intensidad que
el primer día. Pide que el caso se reabra que se depure el informe
fotográfico elaborado por la Guardia Civil, en el que existen
"fotografías realizadas en al menos tres días diferentes: el del
accidente, el siguiente y un tercero, tras sobreelevar y asfaltar ese
tramo del Camino".
La madre de luis denuncia las "mentiras en el
juicio", "las que realizó el conductor" (José Manuel V.O.), las que
llegaron fruto de un atestado plagado de "mentiras". Rosa Uritz insiste
en denunciar "tanta inmoralidad" mientras confían en que al final "por
la memoria de mi hijo" un juez "pida a la fiscalía la documentación y
demuestre que mi hijo fue la víctima y no el culpable".
Intervención madre Luis Ollo from LuisOlloUritz on Vimeo.
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