Multan a una usuaria del metro de Madrid que iba por los pasillos con una bicicleta plegable

Metro de Madrid permite introducir bicicletas en sus instalaciones. Eso sí, no se pueden transportar a cualquier hora ni de cualquier modo, bajo riesgo de recibir una sanción. Así le ha ocurrido a Ana Jiménez, una usuaria habitual del suburbano que fue denunciada el 3 de septiembre cuando transitaba por los pasillos de la estación Méndez Álvaro con su bici plegable.

Esta viajera, que ha puesto una reclamación ante la empresa pública, asegura que la sancionaron "por no tener puesto el cierre de seguridad a la hora de plegar la bici". Según su versión, atravesó los tornos con el vehículo recogido y cuando se disponía a bajar por una escalera fue "acorralada por dos empleados del metro y dos trabajadores de seguridad; llevaban dos semanas siguiéndome a la espera de cazarme en un descuido". Ella reconoce que no tenía la bici completamente cerrada, ya que la abrió "momentáneamente para poder bajar más fácilmente las escaleras, teniendo en cuenta que en ese momento no había nadie a quien pudiera molestar".

Finalmente, le tomaron los datos y le abrieron un expediente por infringir la normativa de Metro. Pero, según su relato, el incidente no quedó ahí: "Me echaron del metro entre insultos y amenazas. Uno de los trabajadores del metro me dijo que, ni con bici ni sin ella, nunca iba a volver a pisar la estación", explica la usuaria en la reclamación presentada ante el Consorcio Regional de Transportes, el organismo encargado de tramitar su denuncia.

"No es la primera vez"

Por su parte, fuentes de Metro aseguran que, efectivamente, la usuaria "pasó los tornos con la bici plegada". Pero "al llegar a las escaleras la desplegó, algo que está prohibido: no se puede ir con una bicicleta abierta por el interior de las instalaciones fuera del horario establecido", cuenta una portavoz de la empresa pública. Además, tras consultar lo ocurrido con los responsables de la estación, las citadas fuentes de Metro aseguran que "no es la primera vez que le llaman la atención a esta persona y siempre ha vuelto a reincidir".

El reglamento de Metro especifica que las bicicletas "que vayan plegadas (así como las bicicletas infantiles), tendrán la consideración de bultos de mano", por lo que pueden ser transportados "siempre que no supongan molestias o peligro para otros viajeros". El resto de bicis se pueden introducir con limitación horaria: los sábados, domingos y festivos están permitidas durante todo el día; y de lunes a viernes, se puede transitar con ellas por los pasillos y los vagones de 10.00 a 12.30 h. y de 21.00 h. hasta el cierre de servicio, es decir, fuera de las horas punta.

Además, solo se permite una bici por viajero, el ciclista debe entrar a la estación por algún vestíbulo que esté atendido por personal de Metro y está prohibido subirse a la bici por los pasillos. Una vez dentro del tren, la bici se debe colocar en el vagón más próximo a las cabinas de conducción y el dueño del vehículo es responsable de su custodia. En cualquier caso, los responsables del suburbano apelan al sentido común: "El objetivo es no molestar a los demás usuarios".

Sanción de 30,05 euros o apercibimiento

El incumplimiento de estas normas supone una infracción leve. Si no hay agravantes (como la reincidencia o poner en peligro al resto de viajeros) se puede imponer la sanción mínima, de 30,05 €. Aunque, "estos casos se suelen quedar en un apercibimiento, sin que se llegue a tramitar la sanción; el principal interés es que se conozca el reglamento y de ningún modo se quiere castigar el uso de la bici", explican en el Consorcio, que estudiará el caso de Ana Jiménez para decidir si finalmente tramitan la sanción económica o se deja en un expediente informativo.

La usuaria considera que el metro "debería ser menos restrictivo con las bicis y no llevar la normativa hasta el extremo". En opinión de Ana Jiménez, "la actitud de los empleados de Metro demuestra que la bici todavía no está aceptada como un medio de transporte en la ciudad". Mientras, la empresa pública defiende que la normativa es "razonable y útil para que todos los usuarios puedan convivir".



Original Article: http://www.20minutos.es/noticia/1912122/0/multa-metro/bici-plegable/pasillos-madrid/

Esta viajera, que ha puesto una reclamación ante la empresa pública, asegura que la sancionaron "por no tener puesto el cierre de seguridad a la hora de plegar la bici". Según su versión, atravesó los tornos con el vehículo recogido y cuando se disponía a bajar por una escalera fue "acorralada por dos empleados del metro y dos trabajadores de seguridad; llevaban dos semanas siguiéndome a la espera de cazarme en un descuido". Ella reconoce que no tenía la bici completamente cerrada, ya que la abrió "momentáneamente para poder bajar más fácilmente las escaleras, teniendo en cuenta que en ese momento no había nadie a quien pudiera molestar". Finalmente, le tomaron los datos y le abrieron un expediente por infringir la normativa de Metro. Pero, según su relato, el incidente no quedó ahí: "Me echaron del metro entre insultos y amenazas. Uno de los trabajadores del metro me dijo que, ni con bici ni sin ella, nunca iba a volver a pisar la estación", explica la usuaria en la reclamación presentada ante el Consorcio Regional de Transportes, el organismo encargado de tramitar su denuncia. "No es la primera vez" Por su parte, fuentes de Metro aseguran que, efectivamente, la usuaria "pasó los tornos con la bici plegada". Pero "al llegar a las escaleras la desplegó, algo que está prohibido: no se puede ir con una bicicleta abierta por el interior de las instalaciones fuera del horario establecido", cuenta una portavoz de la empresa pública. Además, tras consultar lo ocurrido con los responsables de la estación, las citadas fuentes de Metro aseguran que "no es la primera vez que le llaman la atención a esta persona y siempre ha vuelto a reincidir". El objetivo principal con estas normas es no molestar a los demás usuarios, es sentido comúnEl reglamento de Metro especifica que las bicicletas "que vayan plegadas (así como las bicicletas infantiles), tendrán la consideración de bultos de mano", por lo que pueden ser transportados "siempre que no supongan molestias o peligro para otros viajeros". El resto de bicis se pueden introducir con limitación horaria: los sábados, domingos y festivos están permitidas durante todo el día; y de lunes a viernes, se puede transitar con ellas por los pasillos y los vagones de 10.00 a 12.30 h. y de 21.00 h. hasta el cierre de servicio, es decir, fuera de las horas punta. Además, solo se permite una bici por viajero, el ciclista debe entrar a la estación por algún vestíbulo que esté atendido por personal de Metro y está prohibido subirse a la bici por los pasillos. Una vez dentro del tren, la bici se debe colocar en el vagón más próximo a las cabinas de conducción y el dueño del vehículo es responsable de su custodia. En cualquier caso, los responsables del suburbano apelan al sentido común: "El objetivo es no molestar a los demás usuarios". Sanción de 30,05 euros o apercibimiento El incumplimiento de estas normas supone una infracción leve. Si no hay agravantes (como la reincidencia o poner en peligro al resto de viajeros) se puede imponer la sanción mínima, de 30,05 €. Aunque, "estos casos se suelen quedar en un apercibimiento, sin que se llegue a tramitar la sanción; el principal interés es que se conozca el reglamento y de ningún modo se quiere castigar el uso de la bici", explican en el Consorcio, que estudiará el caso de Ana Jiménez para decidir si finalmente tramitan la sanción económica o se deja en un expediente informativo. La usuaria considera que el metro "debería ser menos restrictivo con las bicis y no llevar la normativa hasta el extremo". En opinión de Ana Jiménez, "la actitud de los empleados de Metro demuestra que la bici todavía no está aceptada como un medio de transporte en la ciudad". Mientras, la empresa pública defiende que la normativa es "razonable y útil para que todos los usuarios puedan convivir".

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