viernes, 1 de junio de 2012

Descubre Santander... ¡A pedales!


Por Paloma García*

Enclavada en una de las bahías más bellas del mundo... Las vistas desde el Paseo de Pereda o la famosa Playa del Sardinero nos dejan imágenes sólo dignas de las mejores instantáneas. Y es que la imagen panorámica de este momento, retrata playas de arena blanca, coronadas por el intenso azul de las aguas que bañan la Bahía de Santander y pasa por lugares tan mágicos como la bella Península de la Magdalena o la localidad de Somo, situada en el lado opuesto de la suntuosa bahía y cuyas costas se divisan desde la ciudad que nunca terminas de descubrir: Santander.



Intrigante, acogedora, moderna y cosmopolita... Sin duda, Santander es una de las ciudades más impactantes de España, y es que esta 'joya' del norte de nuestro país lo tiene todo: imponentes paisajes naturales, una rica cultura que se refleja en sus palacios, monumentos y museos, edificios dignos de una ciudad absolutamente señorial, y una intensa oferta social, además de una amplia y exquisita tradición gastronómica.

Sin duda, quizás una de las formas de tomar un 'primer contacto' con esta interesante ciudad sea siguiendo el camino que marca su costa y deteniéndonos en los lugares con los que esta ruta nos embaucará. ¿La manera más original de recorrerla? Sobre dos ruedas. Y por este motivo, hoy nos embarcamos en una ruta en bicicleta por la costa de la una de las ciudades más cosmopolitas de nuestra geografía. ¡Comenzamos!

Lo primero de lo que de debes disponer para iniciar tu ruta es de una bicicleta, pero si no dispones de ella, pues tu idea era simplemente realizar una escapada para conocer la ciudad, Santander te ofrece la posibilidad de alquilar una en frente de la Oficina de Turismo del Paseo de Pereda, donde ésta comienza. Tusbic, es la empresa encargada de esta iniciativa, que además te ofrece multitud de puntos en esta ruta en los que podrás dejar tu bicicleta para disfrutar de algunos monumentos a pie. Las bicicletas se alquilan por días, así que no te preocupes porque podrás dejarla y retomarla cuantas veces quieras.


El Paseo de Pereda, dominado por sus exquisitos jardines, es la columna vertebral de la ciudad. Es una de las calles más emblemáticas y concurridas de ésta y el lugar ideal para poder disfrutar de la Bahía de Santander a través de un tranquilo paseo. Sus elegantes edificios del siglo XVIII, sus vistas a un mar, salpicado por el blanco de los yates y de los cruceros que se asoman a su costa, y la silueta de Somo y la Península de la Magdalena, hacen que esta calle sea el punto idóneo para comenzar nuestra ruta en bicicleta por el centro de Santander.

Y es que el paseo de Pereda nos ofrece la posibilidad de iniciar una magnífica ruta a través de su carril bici, que nos llevará por el paseo marítimo, por su Puertochico, sobre la mismísima arena de la Playa del Sardinero, y a las puertas de la Península de la Magdalena.

¿Imaginas poder descubrir la Bahía de Santander desde la perspectiva contraria? Un ferri desde el Paseo de Pereda te dará la posibilidad de acercarte al 'otro lado de la bahía y de disfrutar de kilómetros y kilómetros de playas doradas. Las Reginas, te ofrece este trayecto en ferri hasta Somo, en el que un billete de ida y vuelta te costará 4,50 euros. ¿Lo mejor de Somo? poder degustar un aperitivo o un desayuno antes de tu ruta si lo que escoges es desarrollarla durante la tarde y combinarla con una mañana de playas paradisíacas. ¡Disfruta de unas exquisitas rabas o unas anchoas de Santoña, mientras contemplas el mar!

Sin embargo, para los aventureros que decidan comenzar su paseo en bici por Santander, su ruta por el Paseo de Pereda les conducirá a un viaje a través del Paseo Marítimo que continuará por el Puertochico. Su carril bici, completamente adaptado y pronto descubrirás que tras pasar el puerto parte de la ruta cambia de escenario... ¿Alguna vez has pedaleado sobre la arena de la playa? ahora tendrás la oportunidad de hacerlo, pues esta parte del trayecto del carril bici se desarrolla en plena playa. ¡pedalea entre bañistas! y ¿porqué no? Detente y disfruta de un baño para reponer fuerzas.

Sin embargo, nuestra siguiente parada nos obligará a bajarnos de la bicicleta y tomarnos nuestro tiempo para poder deleitarnos con una curiosa península adosada a la ciudad, que parece ser una ciudad independiente de la misma... Hablamos de la Península de la Magdalena y su Palacio de la Magdalena. Concebido en 1908 como un palacio para los Reyes, en el año 1912 se les cedió a los monarcas. Sede veraniega de los mismos hace ya muchos años, sus jardines y las vistas desde la península de la Playa del Sardinero y de la Isla del Moro, elevan su belleza a las cotas más altas al atardecer.

Lo cierto es que una vez hayamos dejado esta imponente península, nuestra ruta en bici nos llevará por la que es la playa más famosa de la ciudad de Santander: la Playa del Sardinero. Su paseo marítimo se extiende hasta Mataleñas y es el lugar ideal para disfrutar de un día de playa, alojarse en un lujoso hotel o disfrutar de la rica cocina cántabra. Terrazas, restaurantes, discotecas... Y su ¡mítico casino! Un lugar que no te puedes perder...

¿Un lugar para reponer fuerzas? El Hotel Chiqui, un clásico en la ciudad, en el que no sólo podrás disfrutar de una exquisita cocina cántabra de autor, sino en el que también podrás contemplar unas vistas privilegiadas de la Playa del Sardinero. ¿Lo mejor? prueba sus rabas con tres salsas, su ensalada de pulpo y aguacate y cualquiera de sus pescados o carnes ¡Te encantarán!

Y cuando caiga la tarde, te recomendamos que que conozcas su centro histórico, su catedral y que degustes sus ricos pintxos en cualquiera de sus tabernas. ¡Disfruta del ocio y el turismo de aventura en uno de los rincones más impactantes del norte de España!

* Publicado en: www.eleconomista.es

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