Por
Paloma García*
Enclavada
en una de las bahías más bellas del mundo... Las vistas desde el
Paseo de Pereda o la famosa Playa del Sardinero nos dejan imágenes
sólo dignas de las mejores instantáneas. Y es que la imagen
panorámica de este momento, retrata playas de arena blanca,
coronadas por el intenso azul de las aguas que bañan la Bahía de
Santander y pasa por lugares tan mágicos como la bella Península
de la Magdalena o la localidad de Somo, situada en el lado opuesto de
la suntuosa bahía y cuyas costas se divisan desde la ciudad que
nunca terminas de descubrir: Santander.
Intrigante,
acogedora, moderna y cosmopolita... Sin duda, Santander es una de las
ciudades más impactantes de España, y es que esta 'joya' del norte
de nuestro país lo tiene todo: imponentes paisajes naturales, una
rica cultura que se refleja en sus palacios, monumentos y museos,
edificios dignos de una ciudad absolutamente señorial, y una intensa
oferta social, además de una amplia y exquisita tradición
gastronómica.
Sin
duda, quizás una de las formas de tomar un 'primer contacto' con
esta interesante ciudad sea siguiendo el camino que marca su costa y
deteniéndonos en los lugares con los que esta ruta nos embaucará.
¿La manera más original de recorrerla? Sobre dos ruedas. Y por este
motivo, hoy nos embarcamos en una ruta en bicicleta por la
costa de la una de las ciudades más cosmopolitas de nuestra
geografía. ¡Comenzamos!
Lo
primero de lo que de debes disponer para iniciar tu ruta es de una
bicicleta, pero si no dispones de ella, pues tu idea era simplemente
realizar una escapada para conocer la ciudad, Santander te ofrece la
posibilidad de alquilar
una
en frente de la Oficina
de Turismo del Paseo de Pereda,
donde ésta comienza. Tusbic, es
la empresa encargada de esta iniciativa, que además te ofrece
multitud de puntos en esta ruta en los que podrás dejar tu bicicleta
para disfrutar de algunos monumentos a pie. Las bicicletas se
alquilan por días, así que no te preocupes porque podrás dejarla y
retomarla cuantas veces quieras.
El
Paseo de Pereda, dominado por sus exquisitos jardines, es la
columna vertebral de la ciudad. Es una de las calles más
emblemáticas y concurridas de ésta y el lugar ideal para poder
disfrutar de la Bahía de Santander a través de un tranquilo paseo.
Sus elegantes edificios del siglo XVIII, sus vistas a un mar,
salpicado por el blanco de los yates y de los cruceros que se asoman
a su costa, y la silueta de Somo y la Península de la Magdalena,
hacen que esta calle sea el punto idóneo para comenzar nuestra ruta
en bicicleta por el centro de Santander.
Y
es que el paseo de Pereda nos ofrece la posibilidad de iniciar una
magnífica ruta a través de su carril bici, que nos llevará por el
paseo marítimo, por su Puertochico, sobre la mismísima arena
de la Playa del Sardinero, y a las puertas de la Península de la
Magdalena.
¿Imaginas
poder descubrir la Bahía de Santander desde la perspectiva
contraria? Un ferri
desde
el Paseo de Pereda te dará la posibilidad de acercarte al 'otro lado
de la bahía y de disfrutar de kilómetros y kilómetros de playas
doradas. Las
Reginas, te ofrece este trayecto en ferri hasta Somo,
en el que un billete de ida y vuelta te costará 4,50
euros.
¿Lo mejor de Somo? poder degustar un aperitivo o un desayuno antes
de tu ruta si lo que escoges es desarrollarla durante la tarde y
combinarla con una mañana de playas
paradisíacas.
¡Disfruta de unas exquisitas rabas o unas anchoas de Santoña,
mientras contemplas el mar!
Sin
embargo, para los aventureros que decidan comenzar su paseo en bici
por Santander, su ruta por el Paseo de Pereda les conducirá a un
viaje a través del Paseo Marítimo que continuará por el
Puertochico. Su carril bici, completamente adaptado y pronto
descubrirás que tras pasar el puerto parte de la ruta cambia de
escenario... ¿Alguna vez has pedaleado sobre la arena de la
playa? ahora tendrás la oportunidad de hacerlo, pues esta parte
del trayecto del carril bici se desarrolla en plena playa. ¡pedalea
entre bañistas! y ¿porqué no? Detente y disfruta de un baño para
reponer fuerzas.
Sin
embargo, nuestra siguiente parada nos obligará a bajarnos de la
bicicleta y tomarnos nuestro tiempo para poder deleitarnos con una
curiosa península adosada a la ciudad, que parece ser una ciudad
independiente de la misma... Hablamos de la Península de la
Magdalena y su Palacio de la Magdalena. Concebido en 1908 como un
palacio para los Reyes, en el año 1912 se les cedió a los
monarcas. Sede veraniega de los mismos hace ya muchos años, sus
jardines y las vistas desde la península de la Playa del Sardinero y
de la Isla del Moro, elevan su belleza a las cotas más altas al
atardecer.
Lo
cierto es que una vez hayamos dejado esta imponente península,
nuestra ruta en bici nos llevará por la que es la playa más famosa
de la ciudad de Santander: la Playa del Sardinero. Su paseo
marítimo se extiende hasta Mataleñas y es el lugar ideal para
disfrutar de un día de playa, alojarse en un lujoso hotel o
disfrutar de la rica cocina cántabra. Terrazas, restaurantes,
discotecas... Y su ¡mítico casino! Un lugar que no te puedes
perder...
¿Un
lugar para reponer fuerzas? El
Hotel Chiqui, un clásico en la ciudad, en el que no sólo podrás
disfrutar de una exquisita cocina cántabra de autor, sino en el que
también podrás contemplar unas vistas privilegiadas de la Playa del
Sardinero. ¿Lo mejor? prueba sus rabas
con tres salsas,
su ensalada
de pulpo y aguacate
y cualquiera de sus pescados o carnes ¡Te encantarán!
Y
cuando caiga la tarde, te recomendamos que que conozcas su centro
histórico, su catedral y que degustes sus ricos pintxos
en cualquiera de sus tabernas. ¡Disfruta del ocio y el turismo de
aventura en uno de los rincones más impactantes del norte de España!
*
Publicado en: www.eleconomista.es
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